Lo que pasa por tu cabeza

Anoche leí algo que me estremeció, una declaración que sin ser propia me recordó quién soy y que hizo que me planteara quién quiero ser, creo que el cambiar es una decisión en parte, depende de mi no desviar el camino pero no por eso me aterra menos.

Por esta razón, he decidido escribir un poco sobre quién soy y qué quiero hacer, una especie de recordatorio, espero leer esto en unos años más y darme cuenta que lo logré.

Confieso que soy floja, que tengo miles de planes, ideas locas pero me falta dar el paso para realizarlas.

Confieso que no creo en Dios, he intentado hacerlo muchas veces pero no sucede, simplemente no tengo fé.

Confieso que no me gusta la Facultad, que muchas veces lo he pasado mal allí, que extraño el liceo, que no me gusta el frío, que me siento bien cuando después de llover sale el sol y de alguna forma todo brilla mientras camino por la calle escuchando música (sobretodo a la bajada de la micro camino a casa), que siempre he querido mejorar el mundo pero últimamente se me ha olvidado un poco y debo volver a enfocarme.

Me gustan las conversaciones largas, esas que suceden al conocer a alguien y en las que terminamos contándonos la vida y que me encanta escuchar las historias de los demás y a la vez siento que mi vida no es tan interesante.

Confieso que tengo un lado mamón, el que se revela cuando me engancho mucho con una película, leo ciertos poemas o me gusta alguien.

Me gusta sentirme querida, que me apapachen, los abrazos, los besos, bailar aunque lo hago pésimo, cantar aunque lo hago peor, las cosquillas, ver reir, ver a mi perro corriendo por el patio y hacerle cariño, los helados, las calugas sunny, el pan bien caliente con margarina, los garbanzos, la leche con chocolate, correr hasta cansarme, los musicales, el mate, las naranjas, los limones con sal, sudar, las zapatillas, las texturas, tocar, decir "ápice", cuando la gente ser ríe con los ojos, las cicatrices y las arrugas porque significan que hemos vivido, los parques, estar tirada en el pasto, mirar a los ojos.

No me gustan los sostenes, los momentos de silencio en que nadie sabe qué más decir ni cómo decir adiós, las discusiones, la incertidumbre, la injusticia, la falta de oportunidades, el que no nos pongamos en el lugar del otro, cuando alguien trata a otro con desdén, la discriminación, mi estupidez, el tomar decisiónes sólo considerando las repercusiones propias y no lo que le puede pasar al resto, el abuso de poder, el no poder cambiar todo lo que quiero.

Amo mis padres y mi hermano hasta el infinito, más allá de toda discusión y palabra fea que pueda emitir en un momento de rabia, los amo y siempre los amaré, son todo para mi.

Tengo amigos que se convirtieron en familia, algo que nunca pensé que sucedería, sé que aunque no los vea muy seguido siempre puedo contar con ellos y ellos conmigo.

Estoy llena de miedos e inseguridades pero no dejo que me detengan y cada día trato de ser una mejor persona (que trate no quiere decir que lo logre), me gusta trabajar y estar activa, prefiero no dormir haciendo cosas que tener nada que hacer, me encanta aprender de todo, me gusta la economía pero no la ejecución que se le da, tengo serios problemas de atención al momento de estudiar, termino haciendo cualquier cosa y estudiando a última hora, también tengo ansiedad.

Quiero amar a alguien con locura y ser amada de la misma manera, tener hijos aunque me da miedo no poder protegerlos de todo, quiero ir a África y tratar de contribuir en algo (algo se debe poder hacer), que lo perritos no se mueran de hambre en la calle y puedan tener un dueño que los cuide, mejorar el sistema educativo en Chile, escribir un guión y hacer su película, aprender a tocar bajo y percusiones, ayudar a los que amo a ser más felices, ayudar a que todos sean más felices, que seamos dueños y arquitectos de nuestro destino.

Ahora hay que recordarlo.